Los beneficios otorgados por las empresas hacia los trabajadores o integrantes de sociedades cooperativas, con el objetivo de ayudar en su calidad de vida y cubrir necesidades que puedan tener, significan también un beneficio para las organizaciones, sus finanzas y productividad, pues son las prestaciones de previsión social, ejemplos de deducibilidad.

En primer lugar, la previsión social es la serie de actos que tiene como finalidad el otorgar beneficios a las personas, para mejorar su condición social. Son los hechos encaminados a satisfacer necesidades básicas como alimentación, salud, una vida y una vejez digna, y una economía estable.

Existe la previsión social pública y la complementaria, la primera es la que garantiza el Estado, con políticas públicas encaminadas a brindar el acceso a sistemas de salud, pensiones, seguro de desempleo y ayuda a los menos favorecidos y sectores excluidos; mientras que la segunda es de índole voluntaria, brindada por entidades privadas, y está enfocada al ahorro personal, mediante Afores y seguros de vida.

Sin embargo, no son los únicos tipos de previsión que existen, está la que brindan las empresas a sus trabajadores; este tipo de erogaciones dadas por las organizaciones son consideradas como prestaciones de previsión social al tomar en cuenta los elementos que se indican en la Ley de ISR.

Este tipo de prestaciones para los trabajadores no están sujetas, como el salario, al desempeño o labor de un trabajador, conformando un derecho que surge únicamente por el hecho de que un empleado esté laborando para una organización, y además son deducibles si cumplen con ciertos requisitos.

Salario base de cotización

Otro aspecto que debemos tener en cuenta para este tema, es el SBC o Salario Base de Cotización, el cual es lo que un empleado gana en promedio por un día de trabajo; esta cantidad promedio se conforma, de acuerdo al artículo 27 de la Ley del Seguro Social, por primas, prestaciones que deriven de la relación entre empleado y patrón, prestaciones en especie (bienes y servicios), habitación, comisiones, percepciones, bonos, gratificaciones y alimentación.

El Salario Base de Cotización tiene como utilidad a su vez servir para poder calcular otras prestaciones (previsión social), a las que los empleados o elementos de sociedades cooperativas tienen por derecho, como ya se mencionó; cabe aclarar aquí que, aunque sirve como parámetro para calcularlas, el SBC no se ve integrado por estas erogaciones.

Hay distintas formas en las que podemos encontrar este tipo de prestaciones con el objeto de satisfacer contingencias, por ejemplo si un empleado sufre una enfermedad y tiene que ausentarse, la empresa le puede otorgar beneficios completos durante los primeros días, y a partir del cuarto día, lo hace en conjunto con el IMSS (en el caso de México); si existen eventos como matrimonio o un sepelio, también existe una prestación que los cubre; está el fondo de ahorro, en el que se motiva a los empleados a guardar parte de su dinero, haciéndolo crecer junto con la empresa, y está el apoyo a habitación, que igualmente es en conjunto trabajador-empresa.

Están también las prestaciones de ley, que otorgan beneficios a favor del empleado; como son la licencia de maternidad o el período de lactancia, día de descanso y vacaciones solo por mencionar algunas, y estas se encuentran en la Ley Federal del Trabajo y deben ser otorgadas al inicio de la relación laboral.

Y por supuesto también están las prestaciones superiores adicional al salario; como los vales de gasolina, vales para alimentos, seguro médico, becas, seguro de vida, y los vales de despensa. El área de recursos humanos será el encargado de notificar este tipo de beneficios adicionales a los empleados que los ayudarán a afrontar necesidades presentes o futuras.

Vales de despensa

En lo que respecta a las prestaciones de previsión social, ejemplos hay muchos, pero quizá ninguno tan popular como el de los vales de despensa.

Son cupones que la empresa les brinda a sus trabajadores para que puedan canjearlos por artículos de primera necesidad, en diversos negocios con los que se tenga convenio. Son una buena opción para devolver a los empleados una parte de sus retenciones, pues son deducibles de impuestos para las empresas hasta en un 53%, siempre y cuando sean dados en monederos electrónicos autorizados por el SAT, como lo manda la Ley del Impuesto sobre la Renta en su artículo 27, fracción XI.

Los vales de despensa son de las prestaciones laborales más valoradas, por los beneficios compartidos que ofrece. Aumentan la productividad, incentivan el compromiso en la labor, y pueden ser uno de los elementos que eviten la rotación de personal.