En 2023, México alcanzó un máximo histórico en fraudes bancarios, con pérdidas de 33,329 millones de pesos, un aumento del 40% respecto al año anterior. La mayoría de las quejas fueron por fraudes, incluyendo apertura de cuentas no autorizadas y cargos no reconocidos. El robo de identidad también creció significativamente, con pérdidas de 6,383 millones de pesos, un aumento del 776%. Además, los fraudes por banca electrónica aumentaron un 52%. Solo el 15% del monto reclamado fue devuelto a los usuarios. Expertos señalan la preocupación por el uso de inteligencia artificial en fraudes y la falta de control en la verificación de identidades.