El análisis, elaborado por la consultora Valor Social para el Desarrollo, destaca que esta medida podría ayudar significativamente a los trabajadores del país, pero en particular a aquellos de bajos ingresos, a incrementar su poder adquisitivo.

CIUDAD DE MÉXICO, A 14 DE OCTUBRE DE 2020.― La posibilidad de hacer deducibles al 100% las prestaciones que se otorgan a los trabajadores tendría un impacto directo e inmediato en el incremento de un 4.3% del poder adquisitivo para la compra de alimentos y bebidas de los hogares del decil de menores ingresos que reciben remuneraciones por trabajo subordinado, mientras que su impacto en el decil de mayores ingresos sería prácticamente nulo (0.02%), sumado a que genera 251 empleos formales directos y 2,161 indirectos, así como una recaudación adicional por IVA e ISR por empleos generados de 954.1 millones de pesos.

La razón costo-beneficio de la medida resulta favorable, si se compara el costo de la pérdida fiscal neta con los ingresos adicionales directos que obtendrían los trabajadores; es decir, por cada 1,000 millones de pesos de pérdida fiscal neta, se generan 1,223 millones de ingresos adicionales directos a los trabajadores formales.

Estos son algunos de los hallazgos del estudio “Análisis del Incremento de la Deducibilidad de los Vales de Despensa: Impacto en el Ingreso y Empleo de los Trabajadores ante la Crisis del COVID-19”, que fue presentado por la Asociación de Sociedades Emisoras de Vales A.C. (ASEVAL).

El documento, elaborado por la consultora Valor Social para el Desarrollo, parte del respaldo que ha dado la ASEVAL para avalar los esfuerzos que se realizan en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, para hacer deducibles al 100% las prestaciones sociales que se otorgan a los trabajadores.

 Lo anterior, en el sentido de derogar la fracción XXX del artículo 28 con respecto al porcentaje de deducibilidad establecido actualmente, lo que traería como consecuencia que los gastos por concepto de previsión social sean 100% deducibles. Los parlamentarios que actualmente promueven estas iniciativas de modificación de la Ley de Impuesto Sobre la Renta son: Diputado Agustín García Rubio, de MORENA, Diputado Carlos Alberto Valenzuela González del PAN y la Senadora Minerva Hernández Ramos, también de Acción Nacional.

El estudio responde a dos grandes interrogantes:

–      ¿Es el incremento del margen de deducibilidad fiscal de los vales de despensa al 100% una medida fiscal costo-efectiva para mitigar los efectos adversos de la crisis en el ingreso y el empleo de los trabajadores del sector formal?

–      ¿Es una medida fiscal progresiva que beneficia en mayor proporción al ingreso y el empleo de los trabajadores de bajos ingresos que a los trabajadores de ingresos medios y altos?

 La deducibilidad al 100%  podría ayudar significativamente a los trabajadores del país, pero en particular a aquellos de bajos ingresos, a incrementar su poder adquisitivo, al permitir que los patrones puedan deducir las prestaciones de previsión social en su totalidad, tal como existía previo a la reforma fiscal de 2014.

Los vales de despensa han sido de gran utilidad para los hogares, debido a que durante esta etapa difícil a nivel mundial los vales de Despensa han sido una herramienta socialmente eficaz para amortizar los efectos del COVID-19.

Es por ello que representan una de las prestaciones de previsión social más apreciadas por los Trabajadores y sus familias, vigente en el país desde hace más de 30 años. Actualmente, 9 millones de trabajadores los reciben mensualmente y se utilizan principalmente para adquirir insumos para alimentación y medicamentos.

Datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), elaborada por el INEGI, revelan que el 82% de los vales de despensa se destinan para la compra de alimentos y bebidas, 14% al cuidado personal y del hogar, mientras que 4% se usa para adquirir medicamentos.

La ASEVAL, ―que agrupa a aquellas empresas dedicadas a la emisión de vales de consumo en sus diferentes modalidades, facilitando al área de Recursos Humanos el otorgar prestaciones, beneficios sociales e incentivos a sus empleados y colaboradores― ha reiterado la importancia de mantener este beneficio, sobre todo si se toma en cuenta que en México hay más de 50 mil  de empresas, que otorgan en promedio 850 pesos a sus trabajadores cada mes.